Para representar a la marca escogimos al asterisco. Es un signo tipográfico en forma de estrella que se utiliza, en ortografía, para hacer una llamada a una aclaración. En los textos legales y en el rubro de los seguros, el asterisco puede remitir a aclaraciones temibles y poco deseadas: las famosas letras chicas.
En nuestro lenguaje gráfico utilizaremos esta excusa para explotar el slogan, pero sobre todo lo que connota: Pescatori es transparente, franco, y no tiene nada qué ocultar.
La elección del estilo lleva implícita la atención personalizada de la empresa, de trato cálido y humano.
En la composición del logotipo contrapesamos la informalidad del isotipo con una tipografía que resalta las virtudes profesionales de la empresa.
El color del iso contrasta con el logo, confirmando la función del asterisco.
El asterisco empieza a jugar su juego: con el slogan, con la leyenda o con aquellos datos importantes que querramos destacar, cumpliendo justamente un rol contrario a las letras chicas de los contratos.
La paleta de colores se amplía, conservando la calidez, tono que deberá ser predominante en la comunicación de Pescatori.
El lenguaje que se genera a partir del asterisco y su ubicación en el cuadrante superior derecho, nos da pie a conformar una retícula versátil y flexible.